Microbiota intestinal y enzimas digestivas, aliadas para alergias e intolerancias

Alergias alimentarias y microbiota

Una alergia alimentaria se considera siempre que aparece una reacción inmunológica, sea inmediata o no; mientras que una reacción adversa o intolerancia es una reacción desfavorable por contacto, inhalación o ingesta de un alimento pero que no afecta al sistema inmunitario.

Las alergias no dependen de las dosis del alimento, depende de la susceptibilidad individual.  Cada vez hay más gente con alergias, mal llamadas intolerancias porque cada vez nuestra microbiota está peor, estamos más cargados de tóxicos, aumento de alimentos procesados y ultraprocesados…

¿Qué es la microbiota intestinal?

Es el conjunto de microorganismos como las bacterias, que viven en el intestino, también se conoce como flora intestinal.

La gran mayoría de esas bacterias son beneficiosas, por lo que una microbiota intestinal sana es importante para el estado de la salud de nuestro organismo.

El papel de la microbiota y las alergias

El intestino está expuesto constantemente a una enorme carga antigénica procedente de la dieta y las bacterias comensales, es capaz de distinguir entre patógenos invasivos y antígenos inocuos.

Una microbiota intestinal sana actúa promoviendo mecanismos antialérgicos favoreciendo la inmunidad y la producción de los anticuerpos esenciales en el sistema inmune de mucosa, su desequilibrio está relacionado con las enfermedades alérgicas. El 70% del sistema inmunitario se localiza en el tracto digestivo, el intestino es el órgano inmunitario más grande del cuerpo. 

La mejor defensa es tener una mucosa sana y muy productiva en inmunoglobulina (anticuerpo). 

Esta barrera intestinal está integrada por ENZIMAS DIGESTSIVAS pancreáticas, bacterias y epitelio (mucosa) intestinal y nos protege de todos los patógenos a los que estamos expuestos cada día.

Las mucosas representan la mayor superficie del organismo expuesta al medio ambiente, siendo la puerta de entrada de agentes infecciosos y alérgenos. La mucosa intestinal tiene la capacidad de identificar todo lo que está en contacto con la pared intestinal y diferenciar de si se trata de un alimento o algo de lo que defenderse, poniendo en marcha las posibles respuestas inmunitarias.

La microbiota es decisiva en el desarrollo y maduración del sistema inmune, a los tres o cuatro años es cuando se estabiliza la microbiota. El contacto continuo entre las bacterias y el sistema inmunitario es un excelente entrenamiento para el sistema inmune.

Una de las causas más importantes en la respuesta inmunitaria (alergia) es la alteración de la microbiota intestinal.

Factores que afectan a la microbiota

• Contaminación ambiental, modificaciones en los hábitos alimentarios, partos por cesárea, uso excesivo de antibióticos a antiinflamatorios como el ibuprofeno.

• La comida procesada, los aditivos y otros tóxicos conducen a una mayor exposición a alérgenos.

¿Qué son las enzimas digestivas y para qué sirven?

Las enzimas digestivas son moléculas creadas por nuestro cuerpo que se encargan de romper los polímeros presentes en los alimentos en moléculas más pequeñas para que puedan ser absorbidas con facilidad. En otras palabras: las enzimas son esenciales para una digestión sana.

Cada enzima tiene una función específica: algunas se encargan al transporte de nutrientes, otras a la eliminación de desechos tóxicos o a la purificación de la sangre en el hígado o la nutrición del cerebro.

Beneficios de las enzimas digestivas

– Ayudan a la digestión y reducen la denominada “acidez”.

– Reducen la sensación de hinchazón y gases.

– Mejora la digestión de los productos lácteos.

– Disminuyen las alergias alimentarias debido a la buena digestión de las proteínas.

– Mejoran  las condiciones de hernia de hiato y de las úlceras.

Hay algunos alimentos naturales que contienen enzimas digestivas como la papaya, el kiwi, la miel de abeja o la piña.

Las enzimas pueden verse reducidas de nuestro organismo por distintos motivos, como por el envejecimiento natural del cuerpo o por enfermedades. Además, al cocinar los alimentos la mayor parte de las enzimas se destruyen y todo el trabajo de las mismas tiene que ser realizado por el sistema endocrino.

Por estas razones es recomendable la ingesta de una suplementación regular de enzimas digestivas que ayude y alivie la labor del páncreas y del organismo.

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